Para este ritual vas a necesitar un muñeco de algodón que tenga brazos y
piernas, arroz, una aguja e hilo color carmesí, un cuchillo, o cualquier
herramienta punzante, una taza de agua salada y un lugar donde esconderte (en
lo posible, una habitación purificada por incienso) que tenga un televisor
en buen estado además de tener un reloj a mano ya que este ritual no se puede
prolongar más de 2 horas. Asegúrate de que no haya nadie más en tu casa, de
tener las puertas sin cerrojo y un celular a mano solo por si acaso.
Extrae todo el relleno del muñeco con el cuchillo y reemplázalo con arroz,
esto representará los órganos del muñeco y atraerá a los espíritus. Corta
alguna de tus uñas lo cual agregara la esencia humana y colócala dentro del
muñeco. Ahora cose al muñeco de nuevo, utilizando el hilo. Ata el resto del
hilo alrededor del muñeco; eso representa a una artería, y sella al espíritu
que invocaste.
Llena una bañera o algún recipiente grande que sirva de sustituto con
agua y pon la taza de agua salada en la habitación donde te esconderás.
Ponle un nombre al muñeco (el que quieras, excepto el tuyo). A las 3:00
a.m. dile al muñeco tu nombre y «es el primero». Esto significa que serás el
primero en buscar.
Ve al baño y pon el muñeco en la bañera con agua. Apaga todas las luces de
la casa, ve hacia tu escondite y enciende el televisor. Cierra los ojos, cuenta
hasta diez, vuelve al baño y apuñala al muñeco con el cuchillo asegurándote de
romper el hilo carmesí. Ahora di «Tú eres el siguiente», seguido del nombre del
muñeco, al tiempo que lo pones en el piso del baño. En cuanto el muñeco toque el
piso corre hacia tu escondite. Has roto el sello que contenía al espíritu
dentro del muñeco; ahora ese espíritu está enojado, y te busca.
En tu escondite podrás sentir la presencia de lo que sea que está
buscándote mediante el televisor. Éste empezará a comportarse de modo extraño a
medida que ‘ello’ esté más cerca de tu escondite. No te muevas ni hagas ningún
sonido por que “eso” te puede encontrar. Si purificaste el ambiente con
incienso, el espíritu no entrará pero lo mas probable es que tampoco se mueva
de tu puerta.
Cuando te canses, pon en tu boca media taza del agua con sal (sin tragarla
ni escupirla; así te mantendrás protegido de lo que merodea por tu casa) y,
con el resto de la taza en tu mano, sal de la habitación y comienza a buscar a
tu compañero de juegos. No se encontrará en el baño y cuando lo encuentres, échale
el resto del agua salada y escupe sobre él la que tienes en tu boca. Grita tres
veces «Yo gano». Deja que el muñeco se seque, quémalo y luego deshazte de él
antes de que otra persona entre a la casa porque esa persona todavía no gana…
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